SAN VICENTE EN LUCENA

Por Mariloli Carrillo

San Vicente se celebra en enero. A pesar del frío que suele hacer, ésta es la fiesta más grande del pueblo, en la que los vecinos ponen pequeñas casetas familiares delante de sus casas y, día y noche, el pueblo se llena de bulla. Durante la fiesta y los días anteriores, Lucena despierta temprano con el sonido del tamboril, que llena las calles de fe y pasión. El día grande es el 22 de enero, día del patrón San Vicente que, desde por la mañana, recorre todas las calles del pueblo recibiendo el acompañamiento de su gente.

El santo se alza en un sencillo paso de plata, rodeado por flores y candelabros. San Vicente es una escultura realizada en madera policromada, que aparece de pie con rostro sereno, la mano derecha en el pecho sosteniendo una pluma y en la izquierda lleva un libro.

Después de todo un intenso día de procesión, llega la hora del concurso, en el que participa todo el pueblo. El concurso es una especie de venta en la que los vecinos ofrecen donativos a cambio de que el santo pase por los lugares que el donante desee; por ejemplo, por delante de alguna caseta, o para que entre o salga de la iglesia parroquial.